Wednesday, September 22, 2010

Por qué no apoyo a los anti-abortistas.

Un tema que nos divide mucho, y me divide mucho, la verdad. Sobre todo porque en México estamos empezando a tener unos antecedentes TERRIBLES al respecto.



Creo que nadie está jamás "a favor" del aborto. Lo que sí se puede, es estar a favor de que no se le considere un crimen. El aborto es una cosa tristísima que no le deseo a nadie y ojalá nunca, NUNCA, ni yo ni ninguna mujer esté ni siquiera en una situación que la lleve a pensar en el aborto. Siempre he creído que, de entrada, el simple hecho de que una mujer piense en tener un aborto, ya nos indica que algo anda muy mal con ella. Ya la bronca viene de otro lado.



La razón, creo, de que el aborto sea un tema tan espinoso es porque siempre involucrará el "conflicto" entre dos cuerpos, la madre vs. del feto. Los derechos de ella contra los derechos de él. ¿Y saben qué?... El simple hecho de que ésos cuerpos se encuentren en conflicto ya debería causarnos una GRAN incertidumbre. Ya de entrada es una situación kafkiana en donde uno se tiene que preguntar: Bueno, ¿y cómo demonios pasó eso?...



Respondamos éso, y ésa será la respuesta buena, porque ése es entonces el verdadero problema (¿violación? ¿ignorancia? ¿desinterés estúpido e irresponsable por la planificación familiar?)...



Pero nunca he apoyado al movimiento anti-abortista porque siento que se le ha dado un sentido pésimo. En México, y yo hablo de México, al menos en el caso de NUESTRO país, (no sé otros países), el movimiento anti-aborto ha girado más alrededor del CONTROL y discriminación hacia las mujeres, que de un verdadero sentido "pro-vida". Nada menos el Estado de Guanajuato ha comenzado a criminalizar a las mujeres que abortan, y metió a la cárcel a tres mujeres que tuvieron abortos INVOLUNTARIOS!!!!!... Ridículo. Absurdo. Espantoso. Estúpido en grado sumo.



Creo que ninguna mujer que aborte necesita, además de la desesperación por la que sin duda debe estar pasando, que alguien la llame "asesina". Sobre todo si ésa gente no ha estado, como dijo Denisse Dresser alguna vez, jamás en su lugar.



Así que, si ahora la lucha anti-aborto se va a centrar en criminalizar a la mujer y en elevar al feto por encima de ella, lo siento, pero estoy fuera de ésa lucha. Ésas mujeres de Guanajuato fueron metidas a la cárcel por ser mujeres y por ser pobres, no porque sus cuerpos de pronto hayan decidido, sin el consentimiento de ELLAS, que sus fetos eran inviables.



Por cierto, nuestros cuerpos hacen éso TODO EL TIEMPO. El mecanismo que usa la Naturaleza para crear vida es, sorpresa, bastante ineficiente. Wow, piensen en la cantidad de espermatozoides buenísimos que la Humanidad ha desperdiciado, porque el diseño especifica que se debe utilizar uno de cada doscientos millones. Nunca ha sido eficiente ni lo será. Por cada feto viable, hubo centenares que fueron desechados sin que la madre se enterara siquiera. Cabría preguntarnos si también hay que encarcelar a la gente que está intentando tener hijos y los aborta, sin querer, uno tras otro, porque ellos están causando más muertes que las mujeres que abortaron una vez. (No fue su intención, ¿y qué?... Por tratar de tener niños ellos están MATANDO a un buen puñado de ellos!!!!... El horror, el pecado, el sacrilegio!!!!)



Una tía mía tiene cuatro hijos, pero tendría dos más, si no hubiera sufrido dos abortos espontáneos. Estoy segura de que le dolió mucho y de que lloró esas vidas perdidas. También estoy segura de que la cárcel era lo único que le faltaba, ¿verdad legisladores Guanajuatenses?... Recuérdenme decirle que tuvo suerte por haber escapado a la cárcel. Su cuerpo, después de todo, cometió un crimen.



Creo, también, que hay MUCHAS otras cosas que se le pueden hacer a un niño que son más crueles que el aborto. No quererlo, por poner un ejemplo. Abandonarlo, por poner otro. Tirlarlo en la calle, si hace falta otro más. Ningún niño merece ser menos que recibido con alegría. Seré satánica, pero se me dificulta pensar en recibir con alegría a un hijo que, por ejemplo, me hizo alguien que me violó.



No apoyo la lucha anti-aborto porque NO ES EN REALIDAD UNA LUCHA ANTIABORTO, al menos no en México. En México es una lucha anti-mujeres, en donde resulta que tenemos autoridades eficientísimas para encarcelar mujeres, pero que no pueden rozar con el pétalo de una flor a los grupos criminales. No es una ironía. Es un insulto, una mentada de madre bien dada.



No sé, a lo mejor en Estados Unidos la lucha antiaborto es muy distinta, pero en México ha sido una desgracia.



Porque es la misma opinión que SIEMPRE he tenido también en cuanto a cualquier acto humano que involucre el pago de algún servicio o la compra de algún producto, legal o ilegal: mientras haya DEMANDA va a haber OFERTA, legal o ilegal, nos guste o no nos guste.


Mientras alguien quiera droga, alguien se la va a querer vender.


Mientras alguna mujer quiera un aborto, ALGUIEN se lo va a ofrecer.


Y creo que es mucho peor condenarla a tener uno ilegal, en un callejón y con ganchos de tejer.



El aborto, insisto, no es una cosa feliz, y sería atroz que todo mundo lo empezara a utilizar de rutina como un anticonceptivo cualquiera. Si la lucha antiaborto fuera "de a deveras", sería una cosa mucho más amplia que incluiría servicios anticonceptivos, educación sexual, apoyo laboral y económico a TODAS las mujeres embarazadas, excelentes redes de adopción, guaderías no-flamables; no sé, algo más se nos ocurriría.



Pero en México se trata de encarcelar mujeres y mantenerlas "en su lugar".


Se trata, ultimadamente, de dejarles a las viejas bien claro que POR SER VIEJAS, NO TIENEN NINGÚN DERECHO A DECIDIR SOBRE SUS DESTINOS.



Así que no los apoyo ni los apoyaré.

Sunday, July 18, 2010

Cosas que he aprendido al trabajar en ventas "sofisticadas"


... y cuando hablo de "sofisticadas", no es una palabra que se me haya ocurrido tan sólo para hacerme pasar por fresa y Jet-Set, simplemente me refiero a que en mi trabajo:

1) El producto que vendo no es tangible. Y hasta Yordi Rosado y Gaby Vargas saben que es mucho más difícil vender algo que el cliente no percibe con sus sentidos. Tampoco califica completamente como "servicio". Los servicios, hasta cierto punto, son más o menos tangibles (no todos).

2) Es un producto esencialmente financiero

3) Son ventas cara a cara, de un producto esencialmente financiero

y,

4) Como no es un producto tangible, hasta Yordi Rosado y Gaby Vargas saben muy bien que el 80% de una venta depende de mí; como el 10% depende de las cosas que diga yo, y el 10% restante, de la suerte y circunstancias y estatus del cliente y el momento y bla bla bla.

Pero en verdad he aprendido un montón. Y como soy una chica amable, easygoing y auto-balconeadora, y que no se guarda las cosas para sí misma, voy a hacer aquí una lista de las cosas que les diría a mis clientes en la cara si fuera capaz, y que si no lo hago es sólo por mantener una imagen inmediata de profesionalismo.

Pero no se preocupen, una vez que ya seamos grandes amigos, se las diré sin problemas mientras nos tomamos unas micheladas.

Baidegüey, amo éste trabajo, y lo de que he aprendido mucho no es choro ñoño de autosuperación, es neta de las netas.



1) Voy a empezar con una típica parábola gringa. Si alguien me diera un peso por cada vez que he escuchado la frase "Yo te devuelvo la llamada", ya me habría ganado más de lo que me he ganado en realidad. Y parte de ésa realidad es que no me vas a devolver la llamada, así que espera MI llamada de nuevo. (Efecto colateral: Gracias a éste trabajo me he vuelto igual de desesperada con mis amigos y familiares: nada de devolver llamadas, pongámosle fecha, y pongámosela ahora).

2) De verdad querido cliente. De veritas. No es choro. No es mentira. No es invento mío. No es que ya haya desarrollado dotes de clarividencia, es sólo que en el cursillo especial de Ciencias Ocultas, Adivinación y Prestidigitación que tomé en la compañía, más aparte en mis experiencias personales; he aprendido a identificar tu desinterés con toda precisión. Así es, ¡sorpresa!, ya llevo en la misma piel un desinteresómetro de punta fina. No me engañas. "Yo te llamo" significa desinterés. "¿No podrías primero enviarme información por e-mail?" significa desinterés porque no leerías ése e-mail ni en tu peor momento de insomnio. "Te devolveré la llamada" significa desinterés. Sólo dime que lo quieres ver dentro de diecisiete años, y ya está.

3) "Lo voy a pensar" significa desinterés. A menos que realmente seas parte de ése 5% de mi población que en verdad medita sus decisiones, porque yo estoy acostumbrada a la gente que toma decisiones en caliente (casi todos lo hacemos), y a sacarles sus firmas en tres patadas. Si eres del común de la gente, desde antes de que acabes de decirlo yo ya sé que ése "lo-voy-a-pensar-le-preguntaré-a-mi-almohada-lo-tengo-que-consultar-con-mi-pez", no es otra cosa que desinterés, y prefiero que me lo voltees en la cara y me des un batazo que deje idiota a Babe Ruth. Si de verdad, auténticamente lo vas a pensar, eres un ave rara, y te felicito por tu capacidad de planificación y raciocinio, pero a mí me vas a volver loca de la desesperación.

4) Si no te interesa, te aburro y te aburre mi presencia, por piedad dímelo. Nunca entendí el significado de la frase "Dios odia a los tibios" hasta que trabajé aquí. Y no nomás Dios, yo también. Prefiero un "sí, me interesa y me interesa AHORA"; o también amaré un "no, no me interesa y no me contactes nunca más"; prefiero cualquiera de ésos, a que me quieras mandar de excursión por los cerros de Úbeda con que te lo vas a pensar o lo vas a analizar o vas a cotizar con otra compañía o le vas a preguntar su opinión a tus pantuflas de conejito. Por amor del cielo, sé directo. No me voy a ofender. De veras. Repite conmigo "n-o-m-e-i-n-t-e-r-e-s-a-m-u-c-h-a-s-g-r-a-c-i-a-s". No pasa nada. Yo recibo batazos a diario. Mi trabajo consiste en éso, y prefiero uno a tiempo... Además, si no eres directo tú, entonces no me dejas más remedio que yo portarme más directa, confrontadora y cuestionadora, hasta que te limites al "sí" o "no". Perdón, no me gusta, pero el oficio lo exige. =)

5). Si tienes un empleo estable, y estoy viendo que eres soltero y sin hijos, entonces no te creo que hacer un ahorro inicial de 500 pesos te va a deshacer el presupuesto y la vida, a menos que seas uno de los ahijados de la Madre Teresa o un niño nigeriano. Perdón, pero no te creo y por favor >>ir al punto 4<<. Aunque bueno, si estás endeudado en todos los bancos nacionales y también en Fábricas de Francia y Liverpool, entonces sí te creo.

6) Además de que es totalmente estéril y de que, si lo hago puedo estar segura de que jamás serás mi cliente, no me pidas que nos sentemos mejor a analizar el producto que tú ya tienes con alguien más. De modo que no me pidas que lo haga. Nunca. Para mí no tiene otro resultado que una espiral einstein-roseniana de inutilidad, utilizaré todo mi verbo y toda mi habilidad para que tal cosa no suceda. =)

7) Si me das una primera cita, y me juras que "te interesa", y luego me das la segunda cita hasta dentro de dos semanas, yo ya sé que >>ir al punto 4<<. ¡Mejor sé directo y prepara ése bate!

8) El entusiasmo excesivo y desbordante me da automáticamente una desconfianza olímpica. Si casi gritas, aplaudes, aleteas y exclamas que el producto que te ofrezco es exactamente lo que tú estabas buscando desde hace mucho, yo ya hice mi nota mental de que no serás jamás cliente mío.

9) Los extremos se tocan, así que lo contrario aplica también: es evidente que si eres tan parco y anodino que durante toda mi presentación no me haces jamás ni una sola pregunta, el asunto sencillamente no te interesa, por favor, en este momento me estoy poniendo de espaldas para que me batees y terminemos con ésto de una vez. Lo que hago en éstos casos es lo que llamo "aborto forzado de presentación". Es decir, la voy a cagar a propósito, haciendo las cosas que sé que no debo hacer, para que me despaches rapidito. Además me chocan fuertemente las presentaciones en donde te mantienes más callado que una tumba y casi ni parpadeas. Me pones nerviosa.

10) La gente, al menos en México, nunca piensa en productos como el mío. Éso es lo que me distingue de quien vende productos como, digamos, viajes en avión. La gente eventualmente busca viajes en avión. Pero los planes financieros nunca los buscan, yo debo hacer que los encuentren. En éso me distingo del agente de viajes: yo soy un intermediario que no se volverá obsoleto jamás. Lero lero lero. Neener-neener-neener.

11) Por lo mismo (ir al punto número 10), yo ya sé que soy lo último en las cabezas, agendas y vidas de la gente. Y por eso no te creo que me vas a devolver la llamada. La gente no me devuelve las llamadas jamás, a menos que lo que quieran sea cancelarlo todo. Ahí sí me llaman.

12) Como no soy telefonista ni señorita de Banamex, odio tener que estarte llamando y llamando y llamando y llamando. Por lo que más quieras, dame cita desde la primera vez que te llame. Cuando no lo haces, Dios asesina gatitos.

13) Puede ser que tú quieras iniciar tu plan dentro de tres meses, y cuando lo dices causas el mismo efecto que cuando me estrellas una granada en la cara y luego me echas napalm en las piernas. Tú puedes querer el plan dentro de tres meses, pero yo necesito vender ahorita. Nuestro conflicto de intereses es fundamental y lo intentaré resolver, oh ten por seguro que lo intentaré.

14) Por lo mismo del punto 13, yo sé muy bien que una venta que se espera dos o tres meses se va enfriando y al cabo de los dos o tres meses, el que contrates será casi igual de probable que si el cometa Halley se estrella justamente en el centro de Irapuato.

15) Sí, me dijeron que la imagen era importante y lo creí. Pero no lo es todo. En realidad la imagen sólo es el pre-lavado que te hace sentirte seguro para entonces sacar a relucir las cualidades de las que en verdad sí depende la venta: el verbo, el entusiasmo, el poder de persuasión, la convicción absoluta de que tu producto es bueno (hey, yo misma ya tengo contratado mi propio plan personal) y el pensamiento rápido.

16) Ésto suena a cientología, pero cuando yo como asesora/vendedora estoy absolutamente convencida de que mi producto es maravilloso y de que tú lo quieres, y lo quieres ahora, tengo tropecientas mil posibilidades más de lograr hacerte mi cliente, que si muy en el fondo me siento más perdedora que la selección de futbol norcoreana. De verdad, sé que no lo crees, yo tampoco lo creía, pero de mi entusiasmo y convicción depende casi todo.


Algún día, cuando tenga más experiencia, lo publicaré en Selecciones en el apartado de "Las 15 cosas que no te dice tu Asesor Financiero".



Por ejemplo, él no te dice que así se siente por dentro cuando le dices que quieres empezar hasta dentro de tres meses. Pero lo disimula con una sonrisa y una cantidad mínima de sangre.

Sunday, June 20, 2010

Conversación Sanbornsiana

Llego a la pastelería de Sanborns y pregunto:

Yo: Oiga señorita, éste pastel que dice "Café Chocolate" es igual a aquél que dice "Moka", ¿verdad?
Señorita: No.
Yo: ¿Cuál es la diferencia?
Señorita: Es que éste (señalando al de "Moka") tiene pan de Nescafé, pero éste (señalando el de "Café Chocolate") tiene pan deee... vainilla.
Yo: ¿Y entonces por qué dice "Café Chocolate", si es de vainilla? :O
Señorita: Es que... no, a ver (saca su catálogo). A ver, éste... (señalando el de "Moka" mientras ve el catálogo) tiene pan de Nescafé y cubierta de... café... y éste otro (señalando el de "Café Chocolate" mientras ve el catálogo) tiene pan de... café... y cubierta de... Nescafé.
Yo: Entonces son iguales. oO
Señorita: No.
Yo: Déme el de "Café Chocolate".

(Mi hermana y yo nos alejamos partidas de risa, porque nos hace el día la empleada que no sabe lo que es "Moka", ni lo que es el Nescafé, ni lo que es el chocolate).
=D


Wednesday, May 26, 2010

Por qué nunca estará llena la Academia Jedi.

En Disneyworld, concretamente en el parque MGM Studios (creo que ahora se llama sólo Disney Studios), chequen ésto, existe un showcito que se pone justo al lado del ya medio mohoso (y a punto de entrar en la categoría de "fue bueno en 1980 -hoy ya pasó de moda más que el afro") juego de "Star Tours", el simulador de vuelo intergaláctico con tema "Star Wars".

El showcito, donde participan niños de cuatro a doce años de edad, es un simulador de entrenamiento Jedi llamado "Jedi Training Academy".

Dice el sitio oficial:

Como Padawan - caballero Jedi, tú vas a
  • Tomar el juramento Jedi (oO)
  • Dominar técnicas de lightsaber
  • Aprender movimientos como joust, parry y block (ni idea, no me pregunten)
  • Luchar contra fuerzas del Lado Oscuro, incluyendo estrompers, Maul y Vader

Papá nerdáceo, mamá ex-cosplayer: admitan que su emoción al respecto es gigantesca.

Y odio ser yo quien les reviente la burbuja, pero aquí va: ¡éso está TOTALMENTE diseñado para los papás, no para los niños!


Not pictured: papito orinado del orgullo y la emoción.
AAAAAAAAAAAYYYY, mírenlo cueromil. ¡Su capucha tiene orejitas de Mickey!

Odio ser la amarguetas, pero permítanme traerlos de vuelta al año 2010. Aquí el único emocionado que está tan emocionado que moja los calzones de la emoción es el papá ex-nerd, ex-convencionista de Star Wars, ex-cosplayer; que conoció de hecho a la mamá en un evento cosplay de 1984 donde obvio ella iba de Princesa Leia, que él sólo se quitó el casco de Stormtrooper el día que nació su bebé (al cual obvio le tomó sus fotos con trajecito de Luke - o que incluso llegó al extremo, existente en la vida real, de llamar al bebé Jedi o Leia).

Sí, el emocionadísimo es el papá, el que está detrás de la cámara; que empuja al nene, a la nena a que se anime a formar parte del show para poder retratarlo(a) con una capita de Padawan, dando sus primeros lightsablazos... ¡¡¡ése es mijo!!!


Mijooooooooooooo!!!... ¡Ése es mmmmijooooooooo!


¿Por qué?

Jajajajajaja, porque ésa generación, los niños que hoy, en el año 2010, tienen entre cuatro y doce cumplidos; ésa generación ya nacida en tiempos duros y difíciles, no ha visto Star Wars y no quiere ver Star Wars y no le interesa Star Wars. Ellos viven en tiempos que les ofrecen demasiado más: Star Wars compite mediocremente contra Harry Potter, Spiderman, la re-generación Marvel, no sé, lo que vean los niños hoy en día. Yo ya no conozco niños de diez años que den espadazos al aire gritando "¡¡¡ffffffsssssshhhhhmmmm, ffffffsssssshhhhhmmmm mira mamá mi sable de luuuuuuuuuuuuuuuuuz!!!".
O que aún digan citas de Yoda.

No soy una experta en el tema, ni soy genetista social, pero creo que las referencias pop tienen una muy baja tendencia a heredarse de padres a hijos. Y hablo de mi propia experiencia. Mi papá es trekkie-fan mil, y no por eso yo he visto jamás dos minutos seguidos de algún episodio de Star Trek. Medio ubico quién es Spock, pero sólo porque Sheldon Cooper lo ama y lo menciona todo el tiempo.


Es la tendencia actual en muchas artes marciales y deportes extremos - ves ya más niñas que niños. You go, jedigals!!

Claro, habrá niños que sí tengan muy muy bien ubicado qué es Star Wars - el tipo de niños (como la que yo fui) que sólo se sentaron a fumarse cosas como El Mago de Oz, Sound of Music , Star Trek, Star Wars (los primeros episodios, o mejor dicho los últimos) o la primera versión de Charlie y la fábrica de Chocolates, porque papá insistió en transmitirles sus propias bellas memorias de la infancia... probablemente se aburrieron, probablemente no. Lo que es un hecho es que, hey, éstos niños viven en otro siglo y también en otro milenio. Sus referencias son otras. Pixar, Dreamworks, el nuevo Cartoon Network, Bob Esponja, yo qué sé.

(Niño despistado de hoy: ya respondo a tu pregunta, Sound of Music en español se llama "La Novicia Rebelde", o hay quien le dice todavía peor, "La Novicia Voladora", confundiéndola con otra cosa completamente distinta; sí niño de hoy, yo sé que el nombre apesta y no incita mucho a verla, después de todo es de tiempos de tus papás - y hoy en día que tú tienes cosas como X-Men o las animaciones Pixarianas, la idea de una monja cantando se te antoja soporífera - por cierto yo nunca he visto Sound of Music completa, ohmaigod soy tan contemporánea).

Pero eso sí, admito que si tú mismo eres fan a morir de Star Wars, la idea de ver a tu chiquillo vestido de padawan rockea de a madres y la idea de tomarle fotos con la capita rockea de a mil madres de aquí a la Luna - ¡anda, sé tú mismo, regálate el momento Kodak! =D


"Master Skywalker, what are we going to do?... Piñataaaaaaaaaaaaa!!"
Y no sé si ése que está al lado, el empleado rucón que se disfraza de Obi-Wan, resulta cute o más bien un poco lastimero.

Yo sólo tuve ganas de hacer notar la realidad chistosa de que más de la mitad de los nenes ahí parados jamás ha visto la trilogía original - ¡¡así como no lo he hecho yo tampoco!!

Entonces me dirían: "¡¡HEY!!... ¡Espera un momento, Caudilla! ¡Aún cuando tú naciste mucho después de terminada la trilogía original, ¿cómo es que tienes tan perfectamente ubicado el fenómeno Star Wars?!... Sabes quién es Yoda, los sables, los estrompers (hasta te sabes el nombre slang), las frases de Yoda, dos o tres cosas. ¡¡Tú eres fan también!!"

Bueno, sí. Algo. Pero reitero: nunca he visto la trilogía original. Es más, me hago bolas con la historia. Soy un poco name-dropper: me aprendo, por fuerza de oírlas y leerlas, muchas referencias nerd y después las repito. Me sé las referencias y se me hace chidito el fenómeno Star Wars pero en realidad soy una fan espuria - ni siquiera me sé la historia bien. Bueh. Sé que se pelean, pero no ubico muy bien quién contra quién ni por qué - Jedis son buenos, Sith son malos. Aplausos.

A mí las que sí me tocaron fueron las famosas precuelas. Ésas las ví y en su momento fui un poco fan. Traté de construir, con Legos, un pequeño podracer. Pero éso sí, mis papás nunca me inscribieron a la Academia Jedi.
Por cierto, piquen en ése link - el articulito que escribió Ruy Xoconostle al respecto es magnífico. Lucilla Godoy también ranteaba padrísimo acerca de Star Wars y acerca de lo malas que fueron las precuelas, lástima que Lucilla Godoy ya no escribe sobre cine ni sobre nada que yo sepa.

Jedi training

Ósommmmmm!!!!!!



Superósoommmmmmmm!!!!



Pero el que en verdad está divertido es él.

Bueno, ahora me callaré la boca. Capaz que un día mis chamacos estarán ahí. =)


Porque ésto era totalmente lo que venía a tu mente con Star Wars en 1982.

Sunday, May 23, 2010

Ésto tiene nombre... se llama legítima defensa.


Y es horrible. Espantoso.

Pero no podría haber en el mundo defensa más legítima que la del animal que te atraviesa un cuerno en la boca, porque tú te estás divirtiendo con su humillación, picoteo y muerte.


Qué accidente más espantoso. Espero que el amigo no se haya muerto.

Pero para ser muy honesta, creo que cuando tu deporte extremo consiste en cucar y matar a un animal peligroso, ésta es una de las cosas que puedes esperar.

Tal vez en el futuro, cuando los Pitufos y las hadas mágicas hayan derramado su paz sobre la Tierra, tengamos deportes menos crueles y más amigables con los seres vivos. De toda especie, incluida la humana.

Monday, May 17, 2010

¡Una que se me olvidó mencionar!


Ya decía yo que me faltaba una. En el Post pasado olvidé mencionar ésta:

18.- El trailer de Drag me to hell. La gente hace trampa. Le encanta esconder trailers de películas feas antes de iniciar las películas normales que voy a ver. Es como cuando mi hermano dice que el pastel azteca es sólo una forma de ocultar las calabazas (obviamente, no le gustan las calabazas). Pues así mismo los distribuidores gustan de ocultar sus puercos sustos debajo de las películas normales. Me pasaron éste trailer antes de ver Wolverine. Qué horrenda es la escena con la bruja saliendo de una tumba lodosa; pero ni la mitad de horrenda que ésa parte infame donde la vieja se come una mosca y entonces voltea y la bruja está ahí. La verdad es que no pude quitármela de la cabeza y me daba pavor que, imagínense, una noche oscura en que yo estuviera sola en mi cama antes de dormir, de repente me diera esquizofrenia y entonces empezara a ver visiones de la bruja al lado de mi cama. O sea, ¿saben cómo?... La bruja. Ahí al lado vomitando gusanos. P-A-V-O-R.


Sunday, May 16, 2010

Viejos momentos IBWT: El Top 15 de mi gran mariconería.


Otro articulito sacado de las bóvedas de mi antiguo Blog, escrito en el 2006, uno de los grandes favoritos de ayer y de hoy. =)

El por qué y cómo no me gustan éstas películas feas que he visto, y en algunos casos especiales, otras que ni siquiera he visto. Post mejorado y actualizado!


El Top 15 de mi gran, gran mariconería.

Acá van algunos datos para todos aquéllos que aspiren a conocerme mejor. Yo no le tengo miedo a las alturas. Ni a los insectos, a ningún insecto le tengo miedo. Ni a las montañas rusas. Ni al fuego. Ni al mar. Ni al ridículo, estoy más que acostumbrada a hacer el ridículo. Ni a remar en los rápidos. Ni al boiler, con todo y que ya me explotó una vez en la jeta. Tampoco a los combates de Tae Kwon Do. No me asustan los animales enormes, ni actuar o hablar en público. No me asusta tampoco viajar sola. Ni los berlineses, que son tan enormemente evil.

Pero hay algo que a La Caudilla le asusta más que todas las cosas anteriores a toda la gente del mundo junta. Verán, no soporto las películas de terror. Ésas, para que vean, son las que mejor logran convertirme en una completa marica. Hasta la película de terror más pinche, la hecha con tres pesos y la de los efectos más porqueros, la que hizo reír a todos, logra espantarme a mí. Las películas de terror me vuelven loca. Acá entre nos, soy una persona muy nerviosa, y para nosotros los nerviosos no hay nada más devastador que un build-up de suspenso, acompañado con monstruos feos y música tensa y gritos y gore y visiones horrorosas.

Las contadas veces que he visto pelis despantos en el cine, ha sido después de largos y complicados chantajes de mis amigos, los mismos que ya saben muy bien lo mal que me hacen las peliculasfeas. Los amo, y ustedes lo saben. Y mi infarto al miocardio está cada vez más cerca.

Y como ya he tenido que explicarles ad nauseam, mis problemas no son respecto a la credibilidad de las películas. Desde luego que no creo en ningún mugrero sobrenatural. Ni siquiera en el karma y los angelitos regordetes. Nada. Menos aún en fantasmas y demonios y cualquier cosa que pueda ser objeto de misterio hollywoodense. Mi problema es simplemente con el suspenso y, sobre todo, con el gore. Odio el gore, aparte de que no lo aguanto. Y soy completamente impresionable en lo visual, lo que quiere decir que si me muestran una imagen horrible de cosas sangrantes y mutiladas, me perseguirá por mucho, mucho tiempo. Me parte que me hagan brincar, y me parte ver cómo matan gente, y me parte ver cosas horrendas en general, y no soporto ver demasiada sangre; y me recontraparte cuando mis amigos me chantajean para que pague cincuenta pesos a cambio de pesadillas, esquizofrenia y una buena neuralgia en mi guapa cabeza.

Ya les dije el peligroso secreto: cuando quieran torturarme hasta la insanidad, sólo tienen que obligarme a ver sucesivamente Saw, Saw II, Blair Witch Project, El Aro, Texas Chainsaw Massacre, Down of the Dead, y La Película de Elmo, y luego encerrarme en un cuartito oscuro toda la noche. Palabra que al día siguiente, o no estoy viva; o me creo Napoleón y ya estoy lista para el manicomio, porque neta que yo tengo cuetes con estas películas.

Las de clasificación B me incomodan. Las B15, no me dejan dormir. Y nunca he visto una C en el cine, pero para este punto sé que no sobreviviría mentalmente intacta. Creo que he visto algunas C en video, tele chica, donde afortunadamente el efecto es mucho, mucho menor. Y el día que algún hombre que me guste me invite al cine a ver una película de terror, neta que voy a tener un dilema muy serio. Probablemente diría que sí, y me pasaría toda la función contemplando alternadamente mi celular y el bello perfil del individuo, lo que me dará un aire como de estúpida. Ni modito.

Es una lástima que no aguante las pelis de terror, porque hay algunas que sí me dan mucha curiosidad, como Los Otros, El Aro, Sixth Sense y Blair Witch Project (y Suspiria y Se7en y muchas incontables otras cuyas reseñas he leído por puro morbo, agrega la Caudilla contemporánea), ninguna de las cuales he visto todavía.

Aquí les presento, entonces, el Top 15 de las películas que me han quitado el sueño, o causado pesadillas, o hecho brincar o voltear la cara, o incomodado de una u otra forma. Es una lista ridícula, primero porque creo que todas las películas de terror que he visto en mi vida ni siquiera suman quince, segundo porque ni siquiera son todas "de horror", y tercero porque sé que pensarán que mi mariconez no conoce límites.

DISCLAIMER: Para mí, "suspenso", "terror", "horror" y "thriller" quieren decir exactamente lo mismo: que lo que voy a ver será desagradable y probablemente también me dolerá la cabeza. Pero lo digo porque sé que los cinéfilos no-maricas y los puristas del séptimo arte inmediatamente saltarán para aclararme que tal o cual mugre no es "terror", sino "thriller" o "suspenso thrilleresco". Pues saben qué??... No me importa. Para mí son todas "películas feas".

Tampoco esperen que les haga la gran crítica profunda del celuloide. Compréndanme, por favor. Es difícil ser una crítica objetiva del cine cuando tres chorritos de sangre, dos gritos y la visión de Gasparín mutilado te mandan derechito a las emergencias cardiacas.

1.- Sleepy Hollow (La Leyenda del Jinete sin Cabeza): La primera película fea que ví en cine. Temblé con la primera escena y brinqué horrible cuando grita la mona ésa horrenda que decapita a un muciélago. No podía creer que Tim Burton fuera el responsable de ésto. ¿El árbol lleno de cabezas? Odié simplemente verlo. ¿La muerte de la mamá del niñito? ¿Y la de la mamá de Ichabod Crane, dentro del aparato de tortura con picos? ¿Les digo que las odio también?... Debo hacerlo, porque mi mejor amigo jura que ésta cosa es una comedia. Yo no recuerdo haber reído en un solo momento. Hey, tal vez sí: "Oh, mira, jaja, le arrancó el encéfalo. Qué cagado"...

2.- The Omen (La Profecía, 2006): La más reciente que ví en cine, después del acostumbrado chantaje. Odié casi cada segundo de esta película. Lo de la niñera que se cuelga no está tan ojete; pero sí la decapitación, que me obligué a ver completita. Dicen que la muerte del sacerdote es ridícula, pero quién sabe porque no ví el cacho completo. También odié cómo mató Mia Farrow a la mamá. Brinqué con las pesadillas de la mamá, y cuando el perro ataca en el cementerio. Espero que mis amigos estén contentos, porque detesté este mugrero, aparte de que me causó un dolor de cabeza espantoso, y verla me costó la tercera parte de mi salario teatral (el de haber trabajado de staff con "Aura"). Ah, y me quitó el sueño. Mucho.

3.- Ju-On (The Grudge, La Maldición): La neta no sé casi nada sobre esta película. Estuve sentada en una sala de cine donde la pasaron, pero me aventé casi toda la función llenando mi agenda del celular; así que no les sé decir bien de qué se trata. Sólo sé que tenía un montón de ruidos horribles y cosas feas. Y había un niñito oriental y pálido que se aparecía por todos lados silenciosamente... Hey!!! HAY UNO ASÍ AL LADO DE MI CASA!!! AAAAAHHHHH!!!!....

(Perdón, todas las imágenes disponibles de Ju-On son muy feas. Me niego a ponerlas. Mejor ponemos un gatito gracioso).

4.- White Noise (Voces del más allá): También en cine. Hasta eso, es de las películas feas menos feas que he visto. Casi no recuerdo que tuviera gore; sólo unos cuantos brincos, como la mona dentro del carro. A ratos dejaba de verla para jugar en el celular, así que me quitó muy poco sueño. Está leve.

5.- Scream: La vimos en la escuela. Sexto de primaria. Creo que fue la primera película fea que ví en general, aunque perdió algo de fuerza porque la pantalla no era gigante, y el proyector del auditorio era de pésima calidad. Ahorita ya no me acuerdo si me quitó sueño, pero seguramente lo hizo. La muerte de la chava a la que cuelgan del portón automático tiende a lo cómico. Pero todo lo demás no.

6.- El exorcista: La ví cuando estaba en tercero de secundaria. También en la escuela. Recuerdo que tenía escenas horribles, y que la niña poseída guacareaba y se apuñalaba y le daba vueltas la cabeza... Pero es difícil asustarse mucho cuando ves una película en la pequeña tele del salón de secundaria, con todos tus amigos de quince años echando desmadre alrededor. Por más que hayan apagado las luces. Las escenas más fuertes probablemente me las perdí mientras contemplaba a mi crush adolescente o hacía a escondidas la tarea de la siguiente clase.

7.- El cubo: Hey, otra que ví en secundaria!! ¿¿Pues a qué diablos me dediqué en la escuela??... Ésta es la única que sí volvería a ver. Es chidita, tiene una trama compleja e interesante, y hay muy poco gore. De hecho, casi todo el gore está en la primera escena, la cual es tan... "curiosa", que los reto a que resistan la tentación de regresarle para verla otra vez detenidamente.

8.- Destino Final: La ví en tele pequeña. Es una película fea muy peculiar; en el sentido de que es difícil que asuste demasiado porque no hay un asesino concreto, los güeyes simplemente se mueren uno tras otro por causas inverosímiles. Todas las muertes son absurdas en mayor o menor grado. Las hay que son crueles y muy gory, como la de la chavita en la cocina. También vi un cacho de la secuela, en donde está la muerte más ridícula de todas: la del "Elevador-Guillotina". A ver, ¿ésto es una película de terror o es el cuento de Alicia en el País de las Maravillas?... Puede que ésto destruya todas sus fantasías, pero escúchenme: eso no pasa en la vida real. Si quieren, hagan hoy mismo el experimento: túmbense frente a un elevador y estiren el cuello sobre la ranura de la puerta. Les garantizo que no los va a decapitar. La puerta simplemente tropezará con ustedes y se regresará como tarada, con un mínimo de posesión satánica. Yo aseguro a sus familias con millones de dólares en caso de decapitación, aunque no respondo por gente que los patee para que dejen de obstruir el paso.

9.- El tráiler de "From Hell". Jack el Destripador. Neta, qué miedo más grande. Y lo peor de todo es que Jack el Destripador fue real y hasta la fecha no se conoce su verdadera identidad. Pensar en ese hombre me pone los ovarios como cabezas de alfiler.

Mmmmm, Johnny Depp. Papá.

10.- Saw I y II (Update: y la III y la IV y la V): La neta es que no he visto estas películas, ni creo que lo haga nunca. A lo más ví unos cinco segundos de la primera parte en casa de un amigo, pero escapé de inmediato. Medio alcancé a ver a unos monos columpiándose en un aparato extraño y cubiertos de sangre. Pero el otro día me imaginé que las veía completas, y tuve visiones de mí misma hecha bolita detrás de un asiento de cine, gritando como lunática. Fue terrible.

Las imágenes de Saw ni siquiera me molestaré en buscarlas tampoco. Mejor otro gatito cagado.

11.- Leyenda Urbana 2: La ví en el cine, pero hasta yo supe reconocer una vil copia de Scream y, de paso, una pésima película. La escena de la chava a la que decapitan con una ventana está cañona, pero el resto es basura. Y la máscara del asesino es nefasta. La máscara de Scream pobló mis pesadillas preadolescentes... ¿Pero ésto qué es? ¿Una careta de esgrima?... No joder. Tiene el récord de no haberme quitado ni una hora de sueño, y cuando una película de terror vista en cine no logra eso ni conmigo, significa que no deben gastar un cacahuate en esa inmundicia. Cuando yo sea famosa, ésa va a ser la referencia para otorgar el peor insulto a una película de horror: "¿Sabes qué?... Es una pena, pero tu película de terror no asustó ni a La Caudilla". Uuuuhhhh. Éso cala.

12.- Le Fabuleux Destin d´Amélie Poulain: Ah no, no es cierto, ésa no me dio miedo. Ésa no es una película fea. Ésa es muy buena. Y es francesa. =)

13.- Tesis: La ví en la biblioteca del Tec, con dos amigos. No es de terror. No es ni un thriller, hasta yo me doy cuenta. Pero tiene una escena gore completamente inquietante; y la trama en general es tensa, desesperante, incómoda. Deprime. Sólo por eso, mientras la veíamos yo no paraba de hacer girar mi silla ni de mirar nerviosamente para todos lados, tal vez con miedo a que pasara alguno de mis maestros y se enterara de que dedico mis horas libres en el Tec a ver películas feas.

14.- Barney´s Great Adventure: Es morado. Es aterrador. Es de la prehistoria. Ha vuelto con sed de sangre... y te va a enseñar buenos modales hasta que mueras.

(La iba a cambiar por otros gatitos, pero logré dominar mi pavor).

15.- Chucky, el muñeco diabólico. ¿Saben cómo pueden quitarle hasta el último gramo de "efecto" a una película fea? Véanla con sus primos, en tele chiquita, en pleno día, en un cuarto muy iluminado y echando un relajo muy chido. De tal forma, ésta es la única película fea que no logró en mí ni el más mínimo efecto. Nos cagamos de risa cuando Chucky mordió a la vieja, y nos carcajeamos cuando la vieja cayó por la ventana.

Te mataréeeeeeeeeeeeeeeeeeee

UPDATES del 2010:

16.- Todo lo que he leído acerca de Se7en. Seven. Wow. He leído reseñas de lo más detalladas y éso ejerce en mí una mezcla de curiosidad y de firme determinación de que jamás veré esa película. Ni aunque salga Brad Pitt. Siete muertes horrorosas (¿o al final eran ocho, verdad?) y macabramente originales. Dicen que es una película tan horrendamente gráfica, que verdaderamente muestra cómo ya no hay tabúes en el cine. O bueno, tal vez sí los hay: nunca mostraron el contenido de ésa caja. Sí, todos nos enteramos de qué contenía la caja. Cero spoilers para mí.


17.- La reseña en línea y un pedazo del tráiler de The Human Centipede. Es lo mismo que ya han prometido muchas películas antes: "hey mortal, acércate, porque ahora sí, ya llegó, ésto es lo más horroroso y grotesco y espeluznante que vayas a ver en toda tu cochina vida". The Human Centipede tal vez no lo cumplirá mediante gore ni sustos, pero es una garantía de que tendrás náuseas y si después de enterarte de qué se trata, todavía tienes ganas de comer, eres un dragón con estómago de acero. Y uno ciego y sordo y que no sabe leer. Es que simplemente no hay manera de empezar a describir lo enormemente CERDA que es la trama de ésta cerda, cerda película. Sólo la mente más inimaginablemente enferma podría echar a volar la imaginación de ese modo. Únicamente me resta repetir lo que ya dije en Facebook: sólo de leer la reseña me dio disentería. Vomito. Es tan indescriptiblemente asquerosa. Asco asco asco absoluto. Que a un científico loco se le ocurra crear una cosa tan grotesca como un "ciempiés humano" cosiendo a una serie de personas de la boca al cu*o (con tortura y dominio involucrados, desde luego) es una cosa que... que no tiene madre. Fue lo único que les faltó a los creadores de Se7en para terminar de convencer de que ya no hay tabúes en el cine. Antes, creo, había cosas que eran tabú, que ni los directores más pelotudos se atrevían a mostrar, como muertes de niños muy chiquitos (y ahí tienen a un bebé todo destripado en La Profecía, 2006) o cosas como... como ésto, como The Human Centipede. Y miren que vi sólo el trailer. Agarren la cosa más asquerosa que se les pueda ocurrir en la vida, cúbranla de vomitada, tírenla a una cañería y déjenla marinar una semana. Después sáquenla. Todavía sigue siendo mucho más bonita y comible que el cerebro que concibió a The Human Fu**ing Centipede.


Ahoritita en cinco minutos les pongo la imagen.