Tuesday, September 29, 2009

No sopor - no sopor - no soporto la guitarra eléctrica.

Hay una característica muy especial que tengo, que me cierra de entrada a géneros musicales completos.


Verán, no sé quién haya inventado la guitarra eléctrica y menos sé si pensó que estaba inventando un instrumento musical chido. NO ME GUSTA la guitarra eléctrica. Casi diría que la odio, pero hay ciertas canciones (muy contadas) que la redimen. No sé. No me gusta cómo suena. Suena FEO!!!... Me taladra el cráneo. El sonido es como el que hacen las uñas en el pizarrón. Es tan poco armonioso. Es la razón por la que, por ejemplo, Carlos Santana y yo no nos llevamos muy bien. En cambio amo a Sabina. Nací programada para amar la guitarra acústica y detestar la eléctrica. Mi alma tiene mucho menos de rocksta´ que de trovadora, o incluso de intérprete de música étnica.

Eso me hace odiar de entrada a bandas cuyo repertorio casi entero está basado en guitarra eléctrica. No soporto, por ejemplo, ésta canción:








Ni ésta tampoco:







Y pongo canciones muy dispares para que vean cómo el idioma no tiene NADITA qué ver. Hay bandas a las que el mundo idolatra y a las que yo me cierro casi totalmente sólo porque usan esa caja de sonidos del horror. Las bandas viejitas, ya saben, Led Zeppelin, Guns n´Roses, Metallica. De ellos tengo sólo como dos y una y cero canciones respectivamente... porque abusan de las guitarras eléctricas. A lo mejor durante mi vida intrauterina me torturaron con esos ruidos o algo.


Ahora, hay honrosas excepciones. Creo que una canción queda mucho mejor cuando la guitarra eléctrica entra sólo como un adornito de fondo y, en cambio, se combinan las baterías con instrumentos más clásicos. Piano, violines, flautas. Neta que eso suena chingón. Mago de Oz lo hace todo el tiempo, y por eso yo AMO a Mago de Oz. Porque se les oye mucho más que las malditas guitarras eléctricas.

El solo de baterías y guitarras eléctricas y flautas de ésta canción, por ejemplo, es una inmensa delicia:











Bien manejado. Me hypea y soy MUY fan.


O escuchen cómo en ésta chidísima canción alemana también se conjugan los instrumentos rockerones con los clásicos, para producir una rola que ni siquiera necesitas entender para apreciar lo buena que es:







Es mil veces mejor que su misma versión en donde meten guitarra eléctrica en vez de violín.


Un día la Caudilla gobernará el mundo. Ese día callarán todas las malditas guitarras eléctricas.

Saturday, September 19, 2009

Ya sé que falta muuucho para el día de muertos...

... pero encontré este viejo artículo que escribí al respecto, hace algún tiempo, sobre éstos naturalmente escabrosos temas y cómo se podrían vivir ahora en la Web. Disfrútenlo. O no.

Los comentarios en rojo son mis anotaciones de actualidad. =)


Morir 2.1

Sólo como una reflexión tirada al azar, y fruto del ocio descarado, hoy me estaba preguntando cositas freaky acerca del Internet y el fin de la vida. Si yo me muriera mañana, ¿qué pasará con los sitios Web en los que he tenido algo qué ver? ¿Mi hi5 (N. de la E.: ahora se dice "Freakbook") se llenaría de solicitudes amistosas de desconocidos sin control y además, (y esto es aún más friki), llegaría algún día a marcarme 30, 45, 70, 189 años de edad, mientras las fotos me siguen mostrando eternamente fresca y joven? ¿Cuándo termina la membresía? ¿Se borrará automáticamente al llegar alguien a los 110? ¿Pensarían en esto los creadores del sitio, pa´empezar?... A mí se me hace que no. Sólo La Caudilla se pregunta este tipo de chorradas con respecto a sitios Web que no le tiran a durar en boga más que unos cuantos años. Pero imagínenselo por un momento, es cagado. Es obvio que antes de morir, y si tienen la suerte de saberlo de antemano, se dedicarán a hacer todo tipo de cosas EXCEPTO lo que tenga que ver con esos sitios, ya no digamos tomarse el tiempo de decir "pues ahí se ven" y darse de baja. Imaginen su hi5 marcando 138 años de edad. O su nombre, totalmente pasado ya de moda, apareciendo en los Birthday Calendars de sus bisnietos, con la fecha de lo que era su cumpleaños y a un lado la anotación "Turns: 208". Cool.

¿Y qué hay del Facebook?... ¿Entraría la gente a escribirme epitafios y dos o tres mensajitos de "Güey, te recordamos"... ¿Y éste blog?... ¿Se llenaría de spam, en equivalencia a hierba mala de cementerio? ¿Habría notitas de We Remember You aquí también? ¿Mi altar de muerto tendría su versión Facebookera?... Qué anacrónico y surrealista. La modernidad y sus facetas no dejan de sorprenderme.

¿Pero qué tal el Messenger?... Ésa sí que es una reflexión pierdetiempo bien interesante. ¿Ustedes borrarían del Messenger a alguien que ya se murió?... Yo todavía no tengo ningún contacto de suficiente edad como para hacerme ese tipo de cuestionamientos, pero hey, no hay plazo que no se cumpla. Suponiendo que para cuando todos seamos ancianos decrépitos el Messenger aún existirá y estará en uso, ¿se nos llenará algún día nuestra lista con contactos que jamás volverán a estar en línea?... Spooky. Todos mis contactos son "contemporáneos", vamos, de mi misma edad en su aplastante mayoría, no tengo todavía a ningún visitante transgeneracional que haya decidido echarse un clavado a Internet. (Mentira, ahora sí que los tengo. En Facebook tengo un par de contactos cuyas edades exactas la verdad no las sé, pero deben estar cumpliendo los sesenta). Bueno, tengo en Hotmail, pero ninguno usa Messenger.

Eso es ahora.

Yo no borraría del Messenger a un contacto que se hubiera muerto. Lo tendría ahí, guardadito en ésa memoria prestada que ahora nos regala Internet y que está en... en... ¿En dónde?... Sepa la bola.

Sobre todo, conservaría al contacto porque todo el tiempo tendría la fantasía freaky de ver un día levantarse el letrero de "Zutano has just signed in". Ultracreepy. Tal vez hasta le mandaría mensajitos offline. Lo sé, soy una ñoña aspiracional. Y me orinaría de miedo si un día realmente viera cómo el monito se vuelve verde porque alguien, posiblemente desde el Más Allá, acaba de ¡¡INICIAR SESIÓN!!

Qué tal... Si las rocolas, los álbumes de fotos y el servicio postal tienen hoy en día sus equivalentes digitales, ¿por qué no habría de pasar lo mismo con las historias de ánimas y aparecidos?... Jaja, imagínense... Directo desde el inframundo, Mr. Undead te ha agregado a su lista de amigos. ¿Deseas aceptarlo?... No faltaría la historia del güey que un día, probablemente a las 12 de la noche, estaba conectado inocentemente cuando deeeeee prontooooooo, su amigo el que murió tres años antes se conectó a Messenger y... empezaron a chatear y a jugar una partida de buscaminas y... entonces... el muerto le anunció a su amigo que moriría diez minutos más tarde y entonces... el chavo murió y dejó todo el teclado cubiertito de sangre!!!

Pues antes de que el hi5 les llegue a los quinientos años, ¡disfruten mucho este próximo Día de Muertos, a la manera mexicanota por favor, y coman un montón de éstas mugres!:

Y como anotación adicional, en el artículo original del Blog anterior una amiga posteó un comentario que aún recuerdo. Decía que se sentía identificada con lo que escribí, y que además a ella sí le había sucedido ya algo parecido, perder a un amigo cercano y muy activo en Internet y redes sociales y mensajería celular; y mencionaba que había algunos mensajes de texto suyos que se negaba a borrar de su teléfono, pues no era algo a lo que quisiera darle ¿sepultura?...

Sorprende que ahora no solamente nos quedarán recuerdos mentales de las personas a las que perdamos, sino también un montón de chácharas virtuales que no están realmente en ninguna parte y que, sin embargo, nos harán sonreír.